Un camino marca la entrada al desierto donde sus primeros kilómetros observables son conquistados por la mano del hombre como el fin de la extensión de una sociedad pero mas allá de donde puede llegar aquel intento de dominación. La inmensidad se muestra tal como es -indomable, salvaje, árida- y va dejando en su camino rastros de aquellos intentos de querer someterlo, pero ni la misma vegetación puede marcan el fin y la salida de los limites del borde.